La escuela moderna fue la respuesta de una sociedad que cuestionó el mundo medieval. Una sociedad que sufrió una transformación de las relaciones sociales, las cuales se rigieron por un modelo de pacto o contrato social.
La educación buscaba así, el desarrollo del individuo en todo su potencial, pero, por otro lado, también buscaba la normalización. Siendo éste un ámbito de contradicción. Se produjo una fuerte rennovación en:
1. Los contenidos
2. La metodología
3. Los sistemas educativos
Con respecto a los contenidos hubo un acceso directo a las fuentes griegas y latinas.

En el ámbito de la metodología, se comenzó a tener en cuenta las característica singulares del niño, pero a su vez, se proponía que éste no tenía ningún saber a la hora de empezar su instrucción. Por lo tanto, el método era reproductivo – ilustrativo.
Los sistemas educativos nacen como cuestión meramente de Estado. La educación Institucional era una máquina de disciplinamiento y de transformación social.
Escuela y familia estaban fuertemente vinculados, ésta última cumplía una función central en el ámbito moral y espíritual.
En la actualidad hay característica de la escuela moderna que se mantienen y otras que no.
Hoy nuestra sociedad, como dice Paulo Freire: “esta saturada de personas instruídas pero hace falta personas educadas; personas que son esclavas de las circunstancias pero pocas crean las circunstancias; personas arrastradas por la corriente y pocas que van contra la corriente;… personas meras reflectoras de los pensamientos de otros hombres pero pocas pensadoras y fuertes para obrar; personas carentes para defender sus convicciones y sueños pero pocos para defender éstos.”1
Estamos ante una sociedad en crisis (de normas, de valores, etc), en “degradación” como decía Platón. Por ésto, la escuela y la familia que están fuertemente articuladas actualmente también presenten síntomas de crisis simultáneamente.
Por un lado la escuela busca formar seres autónomos, críticos y reflexivos, pero, por otro lado, repite el modelo moderno de educación. En general, la escuela sigue siendo reproductora.
También podemos decír que en esta realidad encontramos excepciones, hay docentes que realmente procuran el cambio, el debate y el cuestionamiento en el aula. Esperamos que estas excepciones se multipliquen para lograr un verdadero cambio.
Para finalizar, decimos que la educación en la época moderna lograba la transformación social y hoy en día no.
En la actualidad hay característica de la escuela moderna que se mantienen y otras que no.
Hoy nuestra sociedad, como dice Paulo Freire: “esta saturada de personas instruídas pero hace falta personas educadas; personas que son esclavas de las circunstancias pero pocas crean las circunstancias; personas arrastradas por la corriente y pocas que van contra la corriente;… personas meras reflectoras de los pensamientos de otros hombres pero pocas pensadoras y fuertes para obrar; personas carentes para defender sus convicciones y sueños pero pocos para defender éstos.”1
Estamos ante una sociedad en crisis (de normas, de valores, etc), en “degradación” como decía Platón. Por ésto, la escuela y la familia que están fuertemente articuladas actualmente también presenten síntomas de crisis simultáneamente.
Por un lado la escuela busca formar seres autónomos, críticos y reflexivos, pero, por otro lado, repite el modelo moderno de educación. En general, la escuela sigue siendo reproductora.
También podemos decír que en esta realidad encontramos excepciones, hay docentes que realmente procuran el cambio, el debate y el cuestionamiento en el aula. Esperamos que estas excepciones se multipliquen para lograr un verdadero cambio.
Para finalizar, decimos que la educación en la época moderna lograba la transformación social y hoy en día no.
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